La infraestructura crítica de Estados Unidos, que incluye sistemas de agua, salud y energía, se enfrenta a una creciente vulnerabilidad ante ciberataques. Este tema cobra especial relevancia en un contexto de tensiones internacionales, como las recientes acciones militares de EE. UU. contra instalaciones nucleares en Irán. Joshua Corman, ejecutivo del Instituto para la Seguridad y la Tecnología (IST), advierte que en caso de conflicto, los combates serán de naturaleza híbrida, combinando ataques físicos y cibernéticos. La digitalización de estos sistemas vitales los convierte en objetivos para los ataques, lo que se evidenció en 2021 con el ciberataque de ransomware que paralizó el Colonial Pipeline, una de las principales rutas de suministro de combustible de la costa este. Desde entonces, ha habido un aumento en los ciberataques dirigidos a sistemas de agua comunitarios en el país, lo que pone de manifiesto la necesidad de fortalecer la seguridad de estas infraestructuras. Corman subraya que, aunque no es momento de entrar en pánico, es crucial reevaluar las estrategias de protección de hospitales, suministros de agua y otros servicios esenciales frente a las amenazas cibernéticas. La interconexión de estos sistemas requiere una responsabilidad mayor en su defensa. La seguridad de la infraestructura crítica debe ser una prioridad en la agenda nacional, especialmente en tiempos de creciente tensión global. (https://www.theverge.com)