**La fascinación por un buen sacapuntas: el caso de Allison Johnson** Allison Johnson, crítica de tecnología móvil en The Verge, comparte su inusual aprecio por un objeto cotidiano: el sacapuntas Blackwing One-Step Long Point. Este regalo navideño de su esposo superó sus expectativas, ya que buscaba algo práctico y elegante, en lugar del tradicional sacapuntas de pared que solía usar en su infancia. Johnson se percató de que su hogar carecía de lápices, y atribuyó esta falta a la ausencia de un buen sacapuntas. Reconoce que, en ocasiones, un lápiz es esencial para tareas sencillas como colgar un cuadro o resolver un Sudoku. Al cumplir 40 años, decidió que era momento de reintroducir este elemento en su vida. El Blackwing One-Step se ha convertido en su compañero diario. Johnson valora su diseño, que combina un peso satisfactorio con la portabilidad. Su función principal—afilar lápices—la cumple a la perfección, y si la cuchilla se desgasta, puede reemplazarla fácilmente. Sin embargo, menciona que requiere algo de presión para afilar, lo que puede dejar una marca en la madera del lápiz, aunque considera que este es un precio aceptable por la conveniencia de un afilado en un solo paso. Aunque el precio de $25 puede parecer elevado para un sacapuntas, Johnson argumenta que la calidad justifica la inversión, ya que un sacapuntas más barato dañó sus lápices. Recomienda este producto a quienes valoran las cosas bien hechas y aprecian la utilidad de un lápiz en sus vidas diarias, señalando que, en tiempos difíciles, el simple placer de usar un buen lápiz puede tener un impacto positivo en la salud mental. (https://www.theverge.com)