Siria ha celebrado la reciente orden ejecutiva de Estados Unidos que busca poner fin a las sanciones impuestas al país, considerándola un «punto de inflexión» en sus relaciones. Esta medida se produce en un contexto crítico, donde se estima que el 90% de la población siria vive en condiciones de pobreza, según datos de la ONU. Las autoridades sirias han expresado su esperanza de que el levantamiento de las sanciones facilite la recuperación económica y mejore las condiciones de vida de sus ciudadanos. La situación en Siria, agravada por años de conflicto y crisis humanitaria, ha llevado a un deterioro significativo en la calidad de vida, con millones de personas luchando por acceder a alimentos, agua y servicios básicos. La administración estadounidense ha argumentado que la eliminación de sanciones permitirá un mayor flujo de ayuda humanitaria y recursos esenciales hacia la población afectada. Sin embargo, la implementación de esta orden ejecutiva dependerá de la situación política y de seguridad en la región, así como de la respuesta de actores internacionales. A medida que Siria busca reconstruir su economía y mejorar la vida de sus habitantes, la comunidad internacional estará atenta a los efectos que esta decisión tendrá en el terreno, así como a las reacciones de los países involucrados en el conflicto. La situación es un recordatorio de los desafíos persistentes que enfrenta el país y de la importancia de un enfoque colaborativo para abordar las crisis humanitarias en curso. (URL de origen)