Romanos 8:28 es un versículo de la Biblia que dice así:
«Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.»
Este versículo es una afirmación del apóstol Pablo de que Dios obra todas las cosas para bien de aquellos que lo aman y son llamados conforme a su propósito. Aunque esto no significa que todo lo que sucede en la vida de una persona sea necesariamente bueno, sino que Dios puede usar incluso las circunstancias más difíciles para el bien de aquellos que lo aman.
En el contexto de la carta a los Romanos, Pablo está hablando de la obra del Espíritu Santo en la vida de los creyentes y de cómo éste intercede por ellos ante Dios. El versículo 8:28 es una afirmación de que Dios es capaz de usar todas las cosas, tanto buenas como malas, para llevar a cabo su propósito en la vida de los creyentes, y que todo lo que sucede en la vida de ellos tiene un propósito divino.
En resumen, Romanos 8:28 es un versículo que afirma la soberanía y el amor de Dios, y su capacidad de usar todas las cosas para el bien de aquellos que lo aman y son llamados según su propósito.