Jesús estaba crucificado y a punto de morir, él había sido enviado por Dios para cargar con nuestros pecados. Pero Jesús que es el hijo de Dios, de pronto se sintió solo y desamparado en esa cruz, pero, ¿por qué? Siendo él Dios hecho hombre, tenía la sensación de haber sido abandonado y es que Dios, que es tres veces santo, no puede tener contacto con el pecado y Jesús justo antes de su muerte cargo en su cuerpo con todos los pecados, enfermedades y todas las dolencias, pero en realidad, Dios se apartó de él solo unos momentos, pero jamás lo dejó.

EL EJEMPLO DE DAVID

David, había escrito muchos años antes lo que Jesús tenía que padecer, de hecho, esas palabras que pronunció Jesús, fueron escritas en el Salmo 22, y no solo eso, sino que también describió como se sentía y es lo mismo por lo que pasó nuestro Señor y no es que David literalmente haya pasado por lo mismo que pasó Jesús, sino que moralmente se sentía así, abandonado, traicionado, se sentía morir, pero nunca dejó de alabar y reconocer el poder de Dios.

Tal vez hoy nos sentimos de esa misma manera, desamparados, nos sentimos morir en soledad, pero podemos estar seguros de que Dios jamás nos dejará, Él lo ha prometido y lo va a cumplir. Es cierto que por causa de nuestro pecado podemos sentimos solos, pero Dios siempre está ahí, Él es eterno, omnipotente, omnisciente y omnipresente, no hay ningún lugar a donde podamos ir que Él no pueda, Salmo 39:7-10, y aún en nuestro peor momento Dios siempre esta ahí, solo debemos reconocer nuestra condición, renunciar a nuestro pecado, declarar su poder y clamar a su nombre y Él es fiel para responder.

PERDÓN Y SALVACIÓN

El sacrificio que hizo Jesús en la cruz no fue en vano, él cargó con nuestro pecado para que fuéramos perdonados, esto no quiere decir que ahora estamos exentos de pecar, sino que tenemos perdón y salvación que antes no teníamos, es parte del regalo eterno de Dios. Pero debemos dejar el pecado para no ser apartados de la presencia de Dios. No me alejes de tu presencia ni me quites tu santo Espíritu. Salmo 51:11

RECONOCER SU PODER

David, cuando escribió el Salmo 22, no solo dijo las cosas malas de como se sentía, sino que desde el verso 19 empieza a declarar el poder de Dios, empieza a clamar para ser rescatado por el Dios todopoderoso. Pero tú, Señor, no te alejes; fuerza mía, ven pronto en mi auxilio. Salmo 22:19Nosotros debemos hacer lo mismo, sí, reconocer que estamos mal, pero más que eso, reconocer que Él es nuestra salvación.

Es responsabilidad nuestra buscar siempre la presencia de Dios, vivir en santidad para poder estar puros delante de Él y para que no tengamos que sentirnos desamparados. Pero recuerda que Dios siempre está ahí, no creas la mentira de que estás solo en tu peor momento, o de que Dios ya no te ama por lo que haces, Él es fiel para perdonar y nos ama. Recuerda también que Jesús, en la cruz se sintió desamparado mientras cargaba con nuestros pecados y soportó todo el castigo por amor. Así que no menospreciemos el sacrificio y recordemos que tenemos un Dios Santo que exige santidad de nuestra parte y así podremos gozar siempre de su presencia.

Escrito por Iglesias Creativas.