Es en este primer encuentro con Jesús que su vida cambió para siempre, sin saberlo aún, estaba a punto de pasar a la historia, pero ya no como Simón, sino como Pedro, que significa piedra.

Jesús llamó “oficialmente” a Pedro a un lado del mar de Galilea, luego de usar su barca para predicar. Pedro estaba a punto de ver un gran milagro, Jesús lo llevó a aguas más profundas para pescar, y, aunque al principio no estaba muy convencido porque ya había pasado toda la noche sin pescar nada, fue obediente. Tuvieron éxito esta vez con la pesca y al ver el milagro Pedro cayó de rodillas delate de Jesús. Después Pedro y los demás dejaron todo para seguirlo.

DISCÍPULO

Ahora estaba convertido en uno de los primeros discípulos de Cristo y poco a poco se convertiría en uno de los amigos más íntimos de Jesús. Empezó a destacar entre los doce por ser un gran líder, y fue él quien primero confesó a Jesús como el Cristo, el hijo del Dios viviente, había recibido tal revelación de parte de Dios mismo y ahora recibía una promesa enorme de parte de Jesús.

Amaba tanto Pedro a Jesús que cuando él predijo su muerte Pedro lo reprendió, no quería que nada le pasara, sin saber que con esas acciones y esas palabras estaba estorbando el propósito de Jesús, no se daba cuenta que era Satanás quien ponía esas palabras en su boca.

HOMBRE DE CARÁCTER

Pedro, por ese carácter que tenía, fue el que quiso dejar la barca para caminar sobre el agua, pero aun su fe no le alcanzaba para tal hazaña y empezó a hundirse. En repetidas ocasiones vemos como su carácter lo vencía y hablaba sólo por hablar. Él se levantó en medio de la ultima cena, después de oír a Jesús decir que iba a ser traicionado, para decir que jamás lo abandonaría y entonces Jesús predijo que lo iba a negar. Después de eso vemos a Pedro tratando de proteger a Jesús cuando sacó su espada para herir al siervo del sumo sacerdote que venía con los soldados para arrestar a Jesús, se cumplió la predicción de Jesús y Pedro lo negó tres veces, el libro de Lucas nos narra que después de negarlo la tercera vez Jesús lo miró fijamente y entonces recordó lo que le había dicho y saliendo de ahí lloró amargamente.

Es Pedro el personaje bíblico con el que se identifican muchos cristianos, por esa manera de ser que lo caracterizó por todos los evangelios, esa valentía con la que hacía las cosas, ese corazón que tenía. Él fue quien, después de la resurrección de Jesús, en el mar de Galilea se arrojó al agua para llegar primero con junto a Él y ahí fue restituido.

Pedro llegó a ser lo que Dios quería de él, en el libro de Hechos capítulo 2 encontramos que en el día de Pentecostés el Espíritu Santo vino sobre él y tomó la palabra y dio una de sus primera predicaciones y los que oyeron, que eran unos tres mil fueron bautizados y se unieron a la iglesia. Ahora Pedro estaba dedicado a hacer para lo que había sido llamado el libro de Hechos nos narra las cosas que hizo por medio del Espíritu Santo, el mismo que hoy quiere actuar en nuestras vidas.

PESCADOR DE HOMBRES

Quizás hemos sido más como Pedro el pescador ordinario y no como Pedro el pescador de hombres. Hoy necesitamos ser restituidos por Cristo y atender su llamado con esa misma pasión que nos hace querer caminar sobre las aguas.

Lo mismo que Pedro, no debemos dejar de hablar de Jesús y de su obra, debemos llevar por todos lados el evangelio de Cristo. Es esto con lo que realmente debemos identificarnos con él, debemos identificarnos por ser llenos del Espíritu de Dios y que quienes nos oigan sepan que es por medio de Él que tenemos esa sabiduría para hablar.

Escrito por Iglesias Creativas.