FE Y OBRAS

Hermanos míos, ¿de qué le sirve a uno alegar que tiene fe, si no tiene obras? ¿Acaso podrá salvarlo la fe? Santiago 2:14

Entendemos que la fe sin obras está muerta, de nada sirve creer que Dios nos va a salvar y sólo quedarnos con eso, es necesario actuar, es necesario acercarnos a Cristo y presentar nuestros problemas o enfermedades, seguros de que él puede ayudarnos y salvarnos.

Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte. Efesios 2:8-9. 

Es decir, que obtuvimos salvación como un regalo, porque, humanamente, no hay nada que se pueda hacer para salvarse, sino solo creer. 

LA FE NOS IMPULSA A ACTUAR

Marcos 5:25 nos habla de una mujer que padecía hemorragias, este es quizás uno de los ejemplos mas usados para hablar de fe, porque aquella mujer pensaba: Si logro tocar siquiera su ropa quedaré sana. Ella sabía del poder de Jesús y que por medio de él podía tener sanidad, es decir que tenía fe. Pero en ella vemos también el ejemplo de que la fe nos lleva a actuar, el versículo 27 dice que cuando oyó hablar de Jesús se le acercó. Es decir que ahora actuó no solo se quedó con lo que creía, aunque tenía la seguridad de poder ser sanada. 

¿Puedes imaginarte la condición de aquella mujer? La Biblia dice que ya había gastado todo lo que tenía y en vez de mejorar iba de mal en peor y aún con todo eso ella buscó la forma de acercarse, sabía que debía dar un último esfuerzo. El milagro se dio y Jesús le dijo: tu fe te ha sanado. 

Un mendigo ciego llamado Bartimeo (el hijo de Timeo) estaba sentado junto al camino. Al oír que el venía era Jesús de Nazaret, se puso a gritar: ¡Jesús, Hijo de David, ten compasión de mí!. Marcos 10:46.47. 

La Biblia nos muestra que a pesar de ser reprendido, él siguió gritando con fuerza. Fue eso lo que hizo que Jesús se detuviera y lo llamara y Bartimeo entonces arrojó su manto. Otra vez vemos la acción en se acercó a Jesús y le pidió ver. Una vez más la respuesta de Jesús es: tu fe te ha sanado. 

En ambos ejemplos vemos que no fue sólo el hecho creer, sino la acción, el ir hasta donde se encontraba Jesús y pedir. La fe y las obras actuando conjuntamente.

A Dios no le es indiferente nuestra necesidad, pues, como nuestro padre, nos ama y tiene cuidado de nosotros, pero es necesario que actuemos, que nos acerquemos a Él y le pidamos, es eso lo que va a demostrar nuestra fe.

Hoy, sigue siendo igual de importante la combinación de fe y obras para los creyentes, no podemos quedarnos solo con lo que creemos, para alcanzar salvación es necesario añadir obras a esa fe. Cristo vino al mundo, murió, resucitó para darnos salvación y hoy reina a la derecha del Padre, eso es lo que creemos por la fe, pero nos toca a nosotros tomar esa salvación, hacerla nuestra y vivir cada día. 

Creemos que la gracia es para todos pero nos toca compartir el mensaje, esas son las obras.

Cuando pasamos por enfermedad, creemos que Dios tiene todo el poder para sanarnos, pero no nos quedamos ahí sino que actuamos, vamos al medico, nos cuidamos y tomamos medicina. 

Compartir lo que tenemos, ayudar a los demás, visitar a una familia, visitar a un enfermo, llevarle comida a alguien necesitado, ver por los nuestros, son detalles de nuestro día a día que demuestran nuestra fe a través de las obras.

¿Qué pasa entonces si no le agregamos obras a la fe?, esta se vuelve estéril.

 Así que para que nuestra fe sea demostrada y trascienda son necesarias las obras, es necesario actuar.

Escrito por Iglesias Creativas.